Tener una cocina bien adaptada y con una buena fontanería es una de las decisiones más importantes a la hora de hacer o cambiar esta estancia. Sufrir averías en la fontanería de nuestra cocina es un gran incordio puesto que nos limita en funciones del hogar y vitales.
Sin embargo, son más frecuentes de lo que parecen sobre todo si los materiales no son de buena calidad. Esto se debe a que su continuo uso provoca que tenga condiciones especiales de humedad y temperatura, por lo que si el material no presta buenas cualidades sufrirá daños prematuros.
Para su reparación o instalación, necesitaremos contar con la ayuda de un profesional que pueda planificar previamente con criterio cada detalle. Para este tipo de labores se deben tener en cuenta factores como la presión de agua que se aplicará, la altura del punto de inicio y desagüe, la densidad del fluido y el espesor del caudal entre otros.
Tipo de tuberías
Existen diversos tipos de tuberías que se deben contemplar antes de realizar un cambio o instalación ya que debemos valorar cuál se va a adaptar mejor a las características de nuestro hogar y el servicio que queremos que preste.
- Tuberías de acero inoxidable. Son las más caras y las menos comunes, además, son difíciles de encontrar. Tienen una alta resistencia a la corrosión del agua salada por lo que es más común verlas en construcciones cercanas al mar o en equipamientos marinos.
- Tuberías de cobre. Son las más frecuentes en el hogar puesto que, aunque sean más caras que las de plástico, son más resistentes y duran más. Aguantan temperaturas muy altas.
- Tuberías PVC. Este tipo de tuberías no se emplean para trasladar agua caliente ya que las altas temperaturas pueden deformarlas e incluso derretirlas. Se emplean principalmente para transportar agua con alta presión.
- Tuberías galvanizadas. Este tipo de material previene la oxidación y aumenta la resistencia, por lo que se utiliza generalmente para llevar y sacar agua de los hogares. Sin embargo, están siendo desplazadas por las tuberías de polietileno reticulado ya que estas últimas aportan la misma resistencia con un menor precio.
- Tuberías de polietileno reticulado (PEX). Estas tuberías son capaces de aguantar altas temperaturas y su precio es económico, normalmente las podemos ver en calderas o sistemas de calentamiento por agua.
Problemas comunes en fontanería
Con el paso del tiempo los materiales se desgastan y más si el mantenimiento y revisión de estos ha sido escaso, sin darnos cuenta, podemos estar teniendo una avería que incremente el precio de nuestra factura. Desde Fontanería Marco te explicamos cuáles son las averías más comunes dentro de nuestro hogar.
- Goteo en los grifos. Esto puede ser producido por pequeñas grietas en las juntas que van creciendo cada vez más hasta que se hace visible para nosotros. A largo tiempo puede provocar un gasto elevado en la factura y daños en el medioambiente.
- Problemas de cal en la instalación. Se produce en sitios donde el agua contiene un índice elevado de cal y si no se elimina de las tuberías el agua no llegará de manera uniforme.
- Atasco de las tuberías. Están provocados por los restos de residuos a la hora de llevar a cabo la limpieza por lo que se recomienda seguir unas pautas muy sencillas como el uso de una rejilla en el desagüe y utilizar productos que desatasquen antes de tener el problema.
- Perdida de agua en la cisterna. Por lo general tiene que ver con que el pulsador se ha quedado enganchado pero si una vez comprobado no es así, deberemos contactar con un profesional.
¿Cuándo debo renovar la fontanería de mi cocina?
Debido al excesivo uso que hacemos de las tuberías de nuestra cocina, es recomendable cambiarlas cada 20 años más o menos. Empero, este sector avanza constantemente por lo que el desarrollo de nuevos materiales hace que el ciclo de vida de las tuberías cambie con los años, por lo que es recomendable que un profesional revise nuestra instalación y lleve a cabo un mantenimiento para detectar posibles fugas y repararlas.